ABOUT
ENCUESTA
RELATOS
BLOG
CONTACTO
ABOUT
ENCUESTA
RELATOS
BLOG
CONTACTO
TESTIMONIOS
Desnuda me siento libre y me gusta mi cuerpo.
Depende del día, unas veces me gusto más que otras, pero cada vez más, creo que mi cuerpo es bonito así como es.
Me gusta la sensación de estar desnuda.
Porque me siento yo, en todo mi esplendor.
Es mi estado natural.
Y es más cómodo, pero no porque esté conforme con mi cuerpo, para eso queda camino todavía.
A veces tengo rechazo y constantemente pienso que quiero un cuerpo diferente.
Inseguridad por el aspecto de mi vulva.
Vergüenza, pudor. No sé.
No me acabo de sentir a gusto con mi tripa.
Me gusta observar la cara, el torso, los pechos, los hombros.
Las ingles, me siento muy bien en la cama cuando pongo las manos entre ellas.
Me gustan mis ojos porque brillan; me gusta mi cintura porque advierte mi cadera, mis manos porque me dan grandes placeres como el de comer o el de tocar.
La cara de cerca y el cuerpo en su conjunto. Me suelo mirar el vientre, la zona de ahí para ver su armonía...
Lo que más me gusta es el pelo y y la piel. Porque son suaves, tibios y luminosos.
Mis ojos, porque es mi espejo. Es donde la gente me mira y sabe lo que siento. A menudo soy capaz de hablar más con la mirada que con las palabras.
Los pechos, me encanta tocarlos. Pechos turgentes y pezones erectos. Son bonitos y noto que son deseados por hombres y mujeres.
Y mi cerebro, porque es el que hace que todo funcione.
Mi sobaco.
Y el ombligo. Porque es perfecto.
Lo que menos me gusta es la tripa. La panza. La barriga. El abdomen. El estómago. El vientre. Mi tripera blandurria, pero me encanta mirarla; es raro, bipolar…
Y mis piernas. Mis piernas y mi culo. Porque son muy voluminosos para mi gusto. Y porque hay algunas zonas con celulitis y gordas. No evito mirarlas. Bueno, sí.
El culo, el inexistente culo.
Mi culo, demasiado grande.
Y mis cicatrices.
Y estoy aprendiendo a amar el aspecto de mis genitales.
Porque es importante conocerte a ti misma.
Porque mi vulva no me gusta y me avergüenza que la vean, siempre lo evito.
Y porque me gusta verme frente a un espejo masturbándome.
Y reconocer mi cuerpo.
Pues forman parte de mí.
Frente al espejo, me miro y veo.
Que soy hermosa.
Que no me suelo gustar.
Que me gustaría cambiar algunas cosas.
Que soy armónica.
Que soy consciente de que mi cuerpo cambia, que he superado complejos y ahora me siento segura, pero que me da miedo el paso del tiempo.
Que tomo conciencia de mí misma. Y me gusta.
Que me gusta lo que veo.
Y a veces me veo tremenda de gorda, y otras, bella.
Que la mayoría de las veces me veo demasiado delgada y me hace sentir mal con mi cuerpo.
Cuando desnuda me miro en el espejo siento:
Seguridad.
Gusto.
Incomodidad.
Decepción.
Complejos.
Vergüenza.
Sexy.
Pena.
Me resulta placentero olerme.
Me proporciona calma. Me ayuda a situarme en el espacio. Me hace sentir seguridad.
Me agrada incluso si huelo mal. Me reconozco.
Me encanta olerme los brazos y las rodillas. Lo hago desde chiquitina.
También huelo mis braguitas o mi vulva con mis dedos para ver si todo está bajo control.
Es algo único e íntimo. Me excito. Me recojo para oler mi cuello en la almohada. Me abrigo en mi olor.
Placer es pasarlo bien.
Caricias en la espalda, en los muslos y antebrazos.
Caricias y contacto.
Y sentir el peso de la otra persona.
Caricias desnudas y besos.
Besos y roces.
Besos intensos.
Besos y mordiscos.
Morder cariñosamente.
Comer dulce.
Comer y sexo. Sexo lento.
Sexo placentero. Sexo y comida.
Comida y orgasmos. Orgasmos extenuantes.
Orgasmos y caricias.
Algo que te gusta.
Un libro.
Chocolate.
Cualquier cosa que me produzca satisfacción, y no solo sexo.
Algo dulce y jugoso.
Sonidos y susurros.
Libertad.
Un pene grande.
El silencio.
Cuerpos sudorosos.
El mar.
Mi marido.
Mi chica.
Cosas que llevarse a la boca.
Evasión.
Las sensaciones que le brindo a mi cuerpo y mi mente.
Relax y bienestar.
Pienso en algo sensacional, en un momento liberador, pienso en juego, en cariño, en poder.
En sentirme complacida física y emocionalmente.
En disfrutar de lo bello.
No estoy segura, no suelo pensar mucho en ello.
El placer sexual es sentir profundo cómo la piel se retuerce, cómo a través de los órganos sexuales y el cuerpo completo nos perdemos de felicidad de sabernos deseados y deseando a otros.
Una explosión, o un camino divertido y con gusto.
La activación de los sentidos y la mente, como una entrega a la vida.
Un juego necesario.
En el que disfrutar de la libertad de mi cuerpo y del cuerpo del otro.
Sin vergüenza y sin ataduras de ti misma…
Estar a gusto teniendo relaciones sexuales.
Gustirrín.
Escalofríos.
No sé cómo explicarlo.
El roce cálido, el que me muerdan los pezones…
Una bomba.
Nada de prisas.
¡La vida!
El no placer.
¿El miedo es ajeno a mi voluntad?
Asuntos del pasado.
Relación no consentida.
Por algún mal recuerdo.
Cuestiones sociales.
Sentirse libre de hablar, escuchar y sentir al otro, y a mi cuerpo con otros.
Entenderte y sentirte cómoda con quién estés.
Sentirte deseada.
No ser una muñeca hinchable.
No hacer lo que no quiero.
Hacer lo que quiera cuando ambos lo deseemos.
Complicidad.
Sentido del humor.
Ser sexualmente libre.
Respeto.
Deseo.
Sexo con amor.
Y sexo espontáneo.
Que hasta los vecinos te llamen la atención.
Pedir sin vergüenza lo que se quiere.
Poder expresarme como me apetezca.
Jugar. Renovar. Abundante, placentera, con orgasmos compartidos y en soledad.
Llegar a la fusión mística de la disolución de los egos.
Y gozar.