Un orgasmo es el nivel máximo de no pensar.
Antes del orgasmo. Picor en la nariz -inoportuno, porque tengo que rascarme-; sensación de que me voy a mear, subida de temperatura corporal, movimientos, lubricación natural, hinchazón y dureza del coño en general.
Durante el orgasmo. Sensación de mareo en la cabeza, palpitaciones del coño, clítoris hinchado; cosquilleo máximo, de rozarlo, y según si me toco de una manera u otra a veces eyaculación o no. Según la intensidad de la fantasía y mi grado de deshinibición, el orgasmo dura más o menos segundos. Pero siempre es más corto de lo que me gustaría. [También] depende del estado emocional en el que esté y del momento del mes.
Después del orgasmo. Si ha sido cruzando las piernas y por tanto menos intenso, las vuelvo a cruzar para tener algo más. Si ha sido tocándome, no lo vuelvo a intentar más con las manos. Si repito la sensación, ya es con las piernas. Sé que lo del multiorgasmo es cuestión de practicarlo. Tengo que ponerme a ello, pero todo da mucha pereza. Somos animalitos de costumbres. Se me olvidaba. Si he eyaculado, como apenas lo he vivido un par de veces, me quedo flipada, sin saber muy bien qué coño hacer. Y me corta todo el rollo tener que estar preocupada por el colchón. Tengo que comprar una sábana de esas impermeables o algo.
Nota: lo de eyacular me ocurre por ahora sólo con un juguete erótico, ‘el satisfyer‘. ¡Y se me olvidaba otra cosa! Si es con un vibrador, por lo general, como mi coño está flipando de tanta vibración, no intento nada más después de correrme. Incluso a veces me he pasado de meterle caña y se ha quedado todo con contracciones por todos los sitios. Creo que los vibradores están pensados para todo tipo de coños y el mío no necesita ni un tercio de las velocidades que hay en el mercado. Lo que mejor me sienta sigue siendo tocarme con mis dedos, porque yo controlo la intensidad, la velocidad…
