“He contestado porque me figuro que todas las respuestas obtenidas, una vez compiladas, darán una imagen realista y verdadera de la sexualidad femenina”.
Informe Hite. 1972.
Conocí del Informe Hite en una charla de bar con una buena amiga. Llevábamos un buen rato poniéndonos al día, de todo, también de lo sexual y lo emocional, con algunas confesiones dichas en un tono más bajo para que no lo escucharan los de la mesa de al lado. Hablamos de cómo el asumir los gustos por ciertas prácticas sexuales, dotándolos de un nuevo significado propio nos empoderaba y que el hablar de ello en entornos femeninos resultaba reconfortante y para algunas heridas del alma, hasta sanador. Descubiertas las curiosidades, recordó. “Hay un libro, se llama el Informe Hite, un estudio hecho en los 70. Si te interesan estos temas, échale un ojo”.
Cuando lo ojeé por primera vez lo que más me sorprendió fue la libertad con la que se expresaban las mujeres que participaron en él. Más de 3000 estadounidenses respondieron al primer cuestionario y a las tres versiones diferentes que Hite logró difundir en tiempos de correo postal.
Hablaban del orgasmo y de cómo se masturbaban hasta conseguirlo. Pero más allá de poner sobre el papel sus deseos y prácticas más íntimas, el Informe Hite supuso un hito por mostrar a las mujeres como colectivo quebrantando, rotunda y muy claramente, el silencio que las invisibilizaba como seres sexuales.
Además de la espontaneidad y libertad con las que se alzaban esas voces, algo que también me atrajo de este estudio fue su carácter experimental e imprevisible. Dudo que Hite y quienes le acompañaron en el proceso previeran en algún modo las respuestas que recibirían y lo que significaría el informe una vez terminado. Por otro lado, me gustó que utilizara una encuesta como herramienta para recoger información y que su foco estuviera en el valor de los testimonios, dándoles tanta importancia como a los datos estadísticos extraídos de las respuestas.
Lo que terminó por decidirme surgió al leer las primeras páginas del Informe Hite (confieso que no lo empecé estrictamente por el principio), en las que la autora incluye una serie de testimonios de las mujeres participantes en respuesta a la pregunta: ¿Por qué contesta a este cuestionario? ¿Hasta qué punto le ha gustado? Las respuestas mostraban mujeres contentas, satisfechas de poder hablar, de hacerlo en ocasiones por primera vez, y esperanzadas porque sus respuestas pudieran servir a otras mujeres en el futuro.
Fue así que imaginé cómo sería reinterpretar el Informe Hite en nuestros días, en un mundo on-line, con más opciones para lograr difundir un proyecto de esas características aunque quizás con menos tiempo; con más derechos ganados en lo que a nuestra sexualidad se refiere pero todavía con tabúes y nuevas formas de imposiciones sobre nuestros cuerpos. Imaginé convocar a las mujeres a expresarse, a hablar y a compartir sus experiencias con las demás, con mujeres diversas y diferentes. Establecer un diálogo intergeneracional e intercultural en torno a nuestro cuerpo y nuestra sexualidad que nos conecte con nuestra identidad como mujeres pero también como colectivo.
Y así es como surge Tócate Mucho, tomando el Informe Hite como inspiración pero concretándose en una propuesta pensada para desarrollarse en un entorno local, la provincia de Huesca -porque ¿qué efectos tendrá un mensaje de este tipo en una comunidad?-, aunque invita a participar a cualquier mujer que lo desee. No buscamos igualar en número de participantes, ni en tipos de respuesta. Valiéndonos de distintas narrativas, queremos construir un relato colectivo que cambie el tono con el que se habla de los cuerpos y las sexualidades de las mujeres. Sed todas bienvenidas.
FOTO: Jay Mantri
